En Cataluña podemos encontrar platos especiales con una historia muy larga a sus espaldas. Normalmente mezclan productos de mar y de montaña, pero siempre aquellos de la más alta calidad posible.
Si estás pensando en hacer un viaje por la razón, o bien simplemente te gustaría saber un poco más sobre la cocina catalana, te recomendamos que sigas leyendo para encontrar una relación de los mejores platos catalanes.
Los 10 mejores platos de la comida típica catalana
Pan con tomate (Pan amb tomaquet): Aunque no es precisamente el plato que mayor elaboración requiere, es muy común, siendo una de las tapas que si o si nos van a proponer, si decidimos comer en un restaurante de allí. Además, está compuesto por algo más que un simple pan tostado.
El tomate se debe de cortar por la mitad y frotar en la rebanada de pan; se añadirá aceite y sal al gusto, pero sin excederse.
Los expertos aseguran que el secreto un buen Pan amb tomaquet es el pan que se utiliza; lo más recomendable es que se utilice “Pan de coca”.
También es posible que encuentres el pan acompañado de fuet.
Escalibadas: La escalibada también es muy común de la gastronomía catalana. Puede ser una tapa o aperitivo, dependiendo de cuándo y en dónde la pidamos. Este plato está preparado con ingredientes variados como puede ser berenjena, pimientos, tomates cocinados, cebolla y anchoas dispuestas por encima.
Lo que realmente caracteriza al plato es su intenso sabor. Te permite degustar algunos de los productos más importantes de esa tierra, pero potenciados con el máximo sabor posible.
Calçots con salsa romesco: El plato más característico de la cocina catalana cuando bajan las temperaturas. Es una parrillada típica que lleva calçots (una cebolla especial), carne y por supuesto, salsa romesco.
Se sabe que es una receta originaria de Tarragona, aunque con el paso del tiempo se ha ido dando conocer a lo largo de zonas de toda España.
Butifarra con mongetes: Este plato está compuesto por una salchicha que se cocina a la parrilla, normalmente acompañada con frijoles rosados o blancos. Es un plato contundente, ideal para aquellos que van a tener un día complicado y que necesitan contar con mucha energía.
No es precisamente el plato más ligero del mundo, por lo que se recomienda para comer, no para cenar.
Calamares a la romana: Es cierto que es un plato conocido ya por todos, una característica tapa que nos servirán en prácticamente cualquier restaurante. Sin embargo, en Cataluña se consumen muy a menudo.
Además de una tapa, también es una característica entrada que se utiliza para acompañar a la paella en los restaurantes.
Hay diferentes variantes a la hora de preparar los calamares, pero a la romana es la forma típica de la comida catalana.
Arroz negro: Un plato muy famoso de la cocina catalana y de a lo largo de toda la Costa Brava. Para conseguir ese especial color negro se utiliza marisco y sepia. Se añade cebolla y ajo para darle sabor y hasta podemos encontrar tomates para crear un contraste de color (sin embargo, los tomates no se añaden siempre).
En cada restaurante lo preparan de una forma diferente. Te recomendamos tener cuidado con la cantidad de ajo que llevan algunas recetas.
Pollo asado a la catalana: Es un plato sabroso, sencillo y fácil de preparar, el que más se suele comer cuando llega el fin de semana. En este caso, el pollo se prepara con una salsa especial que lleva verduras secas (como piñones o pasas).
Además de poder degustarlo en cualquier establecimiento, nos lo encontramos ya hecho como plato preparado en supermercados.
¡Una sabrosísima forma de comer pollo!
Crema catalana: La crema catalana es uno de los postres más solicitados por el turista cuando empieza a conocer la región. Es una crema que algunos sitúan en un punto intermedio entre flan y natillas, con la particularidad de presentar una capa superficial de azúcar quemada. Se aplica azúcar en la parte superior y se suele utilizar un soplete para conseguir ese efecto quemado tan especial.
La tradición dice que para comer la crema habrá que usar la cuchara para romper la capa superior que se habrá creado.
Mel i mató: Otro postre que no te puedes perder. Está compuesto por queso y miel, por lo que no podría ser más sencillo de preparar. Tan sólo se presenta un poco de queso sobre una fina capa de miel.
Resulta delicioso y muy ligero.
Braç de gitano: Un postre especial para todos aquellos que aman el chocolate. Es una masa que se rellena de nata y/o chocolate, espoleando una capa de azúcar por encima. Además de ser común en los restaurantes, también los veremos en restaurantes o celebraciones especiales.
¡No te quedes con las ganas y prueba estos deliciosos platos!